Por Gustavo Kietaibl, Médico Veterinario
El embarazo psicológico es normalmente un mecanismo de supervivencia desarrollado por especies mamíferas. De esta forma, en estado salvaje, en la manada, una hembra sería capaz de criar una camada, aunque la madre biológica haya muerto. Dice la mitología que Rómulo y Remo sobrevivieron gracias a este mecanismo y por ello surgió la imponente Roma.
Gracias a este mecanismo fisiológico, el amamantamiento de la nueva camada estaría garantizado a través de la madre sustituta. Los cachorros multiplican así sus posibilidades de supervivencia. Es frecuente un mes y medio después del final del celo, lo que sería coincidente con los últimos días de gestación. Aproximadamente seis de cada diez perras no esterilizadas tienen los síntomas de un embarazo psicológico, con síntomas muy leves a síntomas realmente preocupantes.
No es una enfermedad, sino que se trata de un desajuste hormonal que atraviesan muchas hembras. Tras la finalización del estro (celo de la perra), es frecuente que la hembra canina sufra trastornos hormonales que generan el embarazo psicológico o las pseudo gestaciones, si no fueron montadas por el macho.
Dentro de los síntomas físicos se destaca el aumento del tamaño de las mamas y excesiva producción de leche, que puede causar mastitis que muchas veces requiere tratamiento especial. Otro síntoma secundario podría ser el abdomen inflamado.
Dentro de los síntomas psicológicos se destaca la actitud de que tratan objetos o juguetes como si fueran cachorros, sufren inquietud, nerviosismo y en algunos casos, incluso señales de parto. Otros signos son, la preparación del nido como si fuesen a parir, llantos o quejidos, pérdida de apetito, rascado del suelo y paredes o se niegan a pasear.
Ahora bien, vivimos en un mundo occidentalizado, no en el bosque, no tenemos a la mano otra camada de cachorros hambrientos como sería en la naturaleza, por lo cual, todos estos síntomas suelen ser molestos en la actualidad para la familia, además de todos los síntomas molestos y trastornos para la perra en particular.
Este trastorno hormonal, en casos leves, no necesita tratamiento alguno, ya que los síntomas desaparecerán por sí solos con el paso de los días. En casos de excesiva producción láctea el tratamiento se lleva a cabo con un grupo de medicamentos específicos denominados antiprolactínicos, es decir, que actúan disminuyendo la hormona prolactina y que deberá recetar el profesional veterinario.
Consejos
Acudir al veterinario para definir si se trata de seudo preñez o preñez real. (ecografía-palpación)
Evitar la autoestimulación de las mamas con lamidos o caricias. De esta manera se frena la activación del mecanismo de secreción de leche.
Retirar los objetos adoptados, como peluches o juguetes, medias, etc.
Reducir la ingestión de agua con lo que se restringe la producción de leche.
La mejor solución preventiva y definitiva es la esterilización de la perra.
Dr. Gustavo Kietaibl
Veterinaria Country Pet - Pte. Perón 971, Pilar - 0230-447-2405
Comments